Frozen Chords

Frozen Chords
Hay muchos caminos pero este es el mio.
"Si la mente humana fuera tan simple como para que pudiéramos entenderla, seríamos tan simples que nos resultaría imposible".

domingo, 29 de mayo de 2011

Princesas de cristal.

El suceso, desafiaba a lo lejos la lucha del viaje, donde ni enemigos ni aliados estaban fuera de uno mismo. Una propia aventura de amor, entre dos viajeros.
Marta, una chica delgada y de pelo corto, ojos penetrantes y cara angelical corria a través de las calles; mientras Carlos, un joven de ojos azules y pelo liso, la perseguía a por la ciudad.
Marta, pensaba en sus propios errores, la niebla, le cegaba,  avanzaba hacia el lago de nenúfares, la cultura, donde las montañas se elevaban con el espíritu, tenía premeditado ahogar sus sonrrisas rotas, y aquel era el lugar adecuado, para heredar los pilares que tanto le había costad construir. Quedaba el trecho más corto, pero al fin y al cabo el más difícil de superar. Ansiaba unirse con sus aguas, y sentir la ropa, pegada húmeda a su piel.  Escasos pasos la distanciaban de Carlos, el cual; aun sin ser visto, deseaba ante todo, frenarla.
Lo acertado, seria que al final, él se aferrara sutilmente a su cintura, y juntos, sobre el suelo se besaran, quedando descartada, cualquier alternativa.
Pero no quedan opciones cuando tu príncipe, decide abandonar su puesto, antes de cumplir su cometido, y abandona la carrera, pensando que después de todo, no le interesa tanto salavar princesas y prefiere dedicarse a hayar inventos.
O cuando la chica, concluye, que el que va a salvarla, no merece la pena, y ni siquiera le gusta.
Ambos, por inercia, pensaban que tenían un cometido dentro de su vida, pero, al darse cuenta de que nada, les estaba estipulado, sigueron cada uno su camino. 
Ella, ahogo finalmente sus labios en aquel lago; sintió como la vida a la que estaba atada desacía sus nudos, para crear una cometa que se hundia, en lo mas hondo de la muerte.
Él, por su parte, volvió triste a su castillo, aburrido, y sin nada que hacer, para dedicarse, a pasar las horas escribiendo aquella vida que dejó pasar entre sus manos, como susurros que se lleva el viento, pero que realmente tampoco le interesaba.
Se quedaron sin historia de amor, espectantes deboradores de corazones rotos, pero ¿acaso habrían sido más felices si un beso hubiera dado fin al reato?
NO
Habrían acabado de leer, y el olvido, habría derribado cualquier información aparente.
"Ella, besó con sus labios rojos el agua que la mató, y con su apasionado beso acabó la histora carente de lamentos."

No hay comentarios:

Publicar un comentario