Frozen Chords

Frozen Chords
Hay muchos caminos pero este es el mio.
"Si la mente humana fuera tan simple como para que pudiéramos entenderla, seríamos tan simples que nos resultaría imposible".

viernes, 21 de septiembre de 2012

No me confundas, no creas que le voy a decir que la engañas, ni me pongas ojos de perdón, mientras levantas faldas por doquier. No pienses que creo que esta bien pero se que ella, te engaño de una mañera diferente. Nunca te quiso.
Por eso ahora, en parte. Tendrás mi silencio.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Qué como me llamo? No importa ¿Que quien soy? No me conoces ¿Entonces, que voy a contarte? Lo se, ando demasiado misteriosa, no obstante, solo es que no estoy dispuesta a contestar a preguntas banales.
¿Que importa mi nombre ahora que me voy a ir? Siempre puedes esperar, y leerlo en mi lápida. Eso no te lo puedo impedir.
Pero sinceramente, ¿Que diferencia hay entre  decirte que es Ana o María? ; quizás conozcas a una tal Ana que te ha caído muy bien y yo no quiero eso. Que me prejuzgues por otros, porque por encima de todo, no quiero ser razón de admiración.
Lo que hice no estuvo bien, lo se. Pero tuve mis razones
Ya. Ahora dirás que no hay excusas para matar a nadie pero ¿Qué sabes tu? Si ni siquiera le conoces.
Si hubieras visto como me perseguía, el modo en que cortaba mis rosas, como me incordiaba todo en todo momento, y sobretodo las cartas que me mandaba... Habrías cambiado de opinión.
Entiendo. Sigues llamándome culpable. Nunca he pedido tu perdón, pero déjame explicarte que él también lo era.
Desperté en mitad de la noche mientras tiraba piedras contra mi ventana, sopese las posibilidades de ignorarle, pero el sueño, ya se había marchado a bailar con la luna, y las piedras impactaban cual meteoritos colapsando con la tierra.
Baje las escaleras a tientas, con un fino camisón de verano, y mis nuevas zapatillas verdes de terciopelo. Deposité somnolienta la mano sobre el pomo de la puerta y acerqué el ojo a la mirilla.
¿Quién es? -Pregunte con esa extraña voz que nos caracteriza a los recién levantados. Un tanto aguda, un tanto temblorosa, como si hubiera perdido práctica en una sola noche.
Pero no hubo respuesta. Un a gabardina amarilla, junto con lo que pude adivinar que era un chico de unos 23 años, me esperaba sonriente al otro lado de la puerta.
Curiosidad. La maldita curiosidad me hizo abrirle la puerta. Parecía tan amable, que me recordaba a las nubes esponjosas que danzan sobre el cielo. Pero olvidé, que a menudo, ciertas nubes, se convierten en tormenta.
-¿Que quieres?-Pregunte un tanto molesta por tanto silencio-
-Me preguntaba.- Dijo con voz de cascabel-si me podías dejar un poco de sal.
No pude contestar, ¿sal? ¿a las 4 de la mañana? eso no es algo muy corriente, al menos a mi, nunca me habían despertado por algo tan absurdamente incoherente.
-Si, ya sabes. Esos polvos cristalinos y solubles, que se encuentran todos juntos en un tarro.
-Se lo que es la sal.
-Oh, ¿no tienes entonces? Vaya, gracias de todos modos.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Comme un petit papillon volant autour de mon coeur

Era una chica de pueblo, lo notaba en su risa, aunque su ropa dijera lo contrario, a pesar de su perfume, y su amor por el francés.
Era una chica de pueblo que soñaba con ser tratada como una delicada parisina, y de hecho, eso daba a entender. No obstante, no había logrado engañar a su risa, siempre a destiempo, aguda penetrante y sin sutileza.
La conocí hace algún tiempo, en un bar de carretera mientras bebía champagne.
Me la presentaron por casualidad, no se si porque yo era nuevo, o por que ella era la mas deseada del lugar.

Fue extraño al principio, pensé que se burlaba de mí; pero conforme fue oscureciendo, el alcohol hizo su trabajo en nuestros labios. Quizás yo no estuviera borracho, pero quise estarlo.
Supongo que todo fue un error, pero no hubo marcha atrás.
Ayer, la vi de nuevo, me la han vuelto a presentar, supongo que porque actué como si no la conociera.
Hemos vuelto a beber champagne.

martes, 4 de septiembre de 2012

La última miga del pastel

PREFACIO
-Escucha mike, no podemos matarla ahora. Podrían descubrirnos.
-Pero sabes lo que pasara mañana si aun sigue viva, podría ser nuestra ruina.

1-Y así comenzó la historia de mi muerte.
Mi vida en cambio, fue distinta.
No hace mucho, nací en un pueblo perdido de la India, o eso dice mi madre.
Una peculiar norteamericana a la que nunca pude convencer de la belleza del campo, pues siempre alegaba que estaba sucio y olía mal.
Aunque quzas tuviera algo de razón, pues fueron los valles de oeste los que me condenaron a mi fin.
El ultimo invierno había hecho frío, y el lago de NY se había helado como de costumbre. No obstante, yo no había estado allí para patinar sobre sus aguas.
Por esas alturas, había renegado de mi religión, mi familia, y si me hubiera sido posible, de mi propio nombre.
Me llamaban allie, pero, pero podéis llamarle como queráis, porque no pienso contestar a nada de lo que me digáis.
El día de mi muerte, creo recordar que era 8 de julio, hacia mucho calor, y todo el mundo caminaba envuelto en una pejajosa capa de sudor e irradiaba un artificial mal humor, que me llevo a pensar que nunca encontraría mi lugar en ninguna parte.

Ha oscurecido de nuevo,y puedo ver como la niña se tumba en la hierba, al igual que un monstruo duerme tranquilo en su celda.
Se acurruca entre su vestido blanco y sus ojos claros, y finje que canta nanas a las estrellas, para que la luna se duerma, y salga de nuevo el sol.