Hundieron su frío las mariposas en estómagos humanos, y vagaron sigilosas por espejos de cristal.
Reflejaron su rostro entre el temor y la maldad, aletearon junto a campos de esmeraldas, y jugaron entre hierbas de metal.
Sintieron abrazar el tiepo y rompieron en su hilo de ironía aquel halo de esperanza que querian ocultar.
Dibujaron curvas y borboteosas escondieron la maldad en una caja de mentira.
Sobrevivieron a espadas y balas de pistola, y murieron ante corazones indefensos, que despues de todo reclamaban, su vida a cambio de una coraza de espinas que mostrar.
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