Frozen Chords

Frozen Chords
Hay muchos caminos pero este es el mio.
"Si la mente humana fuera tan simple como para que pudiéramos entenderla, seríamos tan simples que nos resultaría imposible".

martes, 13 de septiembre de 2011

Extraños juegos de media noche

Griselle apareció tras el telón con una pistola cargada y su rosa negra sin espinas, sonrió, todos pensaban que formaba parte de la función, pero no lo era.
Comenzó a hablar sobre la vida, un discurso poco esperanzador después de todo:
"Buenos días queridos espectadores, mis preciadas marionetas, no sois mas que un insignificante peón el el juego de mi vida, porque eso es después de todo el existencia, un mero JUEGO. Si acaba, se terminaron las cartas, te vas y no vuelves más. Todo esta en nuestro cerebro querido público, la felicidad no existe, ni siquiera es una utopía, eso sería una descripción demasiado bella. Como iba diciendo, la felicidad no existe, ha existido, siempre la recordamos como algo que nos ha pasado, pero nunca como algo que ocurre en el presente, ¿ven? es solo una invención del cerebro para que la especie permanezca, porque sin ella, ¿quien de ustedes seguiría vivo ahora mismo? Yo os lo diré NADIE. Y sin más dilación daremos paso al último acto. Disfruten del espectáculo"
 Se abrió el telón, pero no había nada tras las cortinas. El suelo era negro, y unos focos fluorescentes apuntaban hacia Griselle, cojió su pistola, y su rosa, y dirigiéndose hacia los presentes, dijo señalando a la rosa:
"Ella, ya esta muerta, ahora, es mi turno"
Apretó, el gatillo y perforó su cuerpo, la sangre, descendía por su vestido rojo de brillantes. Cayó al instante, en un suspiro lento y pesado, y se cerró el telón.
 Muchos, pensaron que la muerte, no había sido real. Otros que estaba drogada, esto, no era de extrañar, puesto que junto a sus pertenencias, encontraron dinero, una piruleta... y entre otras cosas una cantidad considerable de cocaína.
Pero, no, aquella mujer estaba en perfectas condiciones cuando pronunció aquellas palabras, quizás, algunos la tacharan de loca, pero la vedad, es que había dicho lo que pensaba, y un pequeño grupo de los presentes, comprendió, que su reflexión no estaba demasiado lejos de la realidad, pero que como habían hecho los incrédulos, aquellos pensamientos, era mejor esconderlos en el subconsciente, porque de otro modo, el mundo sería un baño de dolor y lágrimas. Y decidieron, vivir felices en la IGNORANCIA.


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