Tu cuerpo y el mio,
no son más que máquinas abstractas,
puntos acabados que dan fin al abismo,
Mi cuerpo, y el tuyo,
manecillas de reloj,
que se mueven al compás del tiempo.
Tu cuerpo y el mio,
dejaron ver en absuelto estruendo,
el sordo y resquebrajado olvido.
Mi cuerpo y el tuyo,
como gotas de rocío,
emergieron la infancia perdida,
y absorvieron el fragil susurro,
de un náufrago esquivo.
Tu cuerpo y el mio,
fusionaron aun sin darse cuenta,
en una suma ambigua y par,
der resulado único e indiscutible.
Mi cuerpo u el tuyo,
fueron omitidos por las pisadas de lo irreal,
tanto,
que ahora desconozco cual es cual,
y juego conmigo cuando lo quiero hacer contigo.
y pisando el descuido,
rompiste la jaula de papel en la que escondí mi corazón,
con la humedad de tu llave gélida de cristal.
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