-Ya me harté de que seas tú quien pone la miel en mis labios, y yo quien los retire.
-Y es curioso, que ahora que tengo la oportunidad de suplicar lo que más amo, no emergan las palabras.
-No son palabras lo que necesito.
-La estupidez, de nuevo baña, la esperanza.
No sabes el daño que me haces clavando tus canciones en mi piel.
Lo puedo resumir en dos palabras, "demasiado cobarde" y aunque arda en deseos, el frió siempre intentara congelar mis ilusiones rotas.
La historia de como callar en 9 metros cuadrados.
-Se necesita menos distancia para callar.
-Puedes decirme lo que piensas?
-And U?
-Creo que lo translúcido ha pasado a etéreo y puedo ciertamente demostrar que tus conjeturas con ciertas.
-Y ahora.... qué opinas.
-Sabes que lo voy a hacer.
*silencio*
No hay comentarios:
Publicar un comentario