Como sin sentido, los humanos nos volvemos de repente culpables de todo, y decidimos escondernos en una esquina a sollozar.
Sabes, Rice, no lo merecias esta noche, no debiste haberte escondido bajo las sábanas con las orejas tapadas sin pensar en lo que ello podia suponer, pero admito que ya, no hay vuelta atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario