Oscurecía, mientras los ojos azules de Céline, vagaban entre las estrellas, difuminando los restos oscuros de su pasado.
Asentía deliberadamente, fingiendo mantener una conversación, que hace tiempo se había transformado en monólogo.
Todo estaba decidido, esta noche, las luces de las farolas reflejaría su sombra, mientras perdida en la penumbra, iría a saldar sus cuentas.
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