porque más que eso,
era una jaula de metal incandescente.
El problema es que tengo la llave,
pero no la cerradura.
Y a pesar de que he dicho adiós,
a ser la asquerosa chica fantasma,
que se pierde en su propio laberinto,
como para hacer con el un avión de papel,
y tirarlo por la venta.
Así que,
en vez de eso,
te he retratado en dicha hoja,
para que formes parte de él.
Pero la balanza sigue intentando equilibrarse,
¿Incertidumbre?
quizás.
De todas formas,ya me estoy acostumbrando al continuo balanceo de su indecisión.
Porque así,
si un día el silencio me sorprende con su grácil movimiento,podré quedarme con su imperceptible estruendo
y ver,como me consume mi locura.
Lik
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